El presente blog contiene información sobre más de 300 especies de plantas silvestres comestibles, mayormente publicadas en el libro "Malezas Comestibles del Cono Sur" (INTA, 2009, Buenos Aires). El contenido solo puede usarse para fines de interés social. Queda prohibido su uso comercial.
Se ha conservado la terminología botánica original. Se recomienda acceder al glosario para facilitar el correcto reconocimiento de las especies. Éstas están listadas por su nombre vulgar que se encuentra a la derecha de esta página. Si no halla lo que busca, dirigirse al índice alfabético. Allí figuran los nombres botánicos, los sinónimos, los nombres comunes en varios idiomas y el nombre bajo el cual se encuentra la descripción e ilustración. Clicklear en él.

Recetas

Prácticamente todas las recetas que se emplean para la acelga o la espinaca sirven para las verduras de hoja que aquí se describen.


Ensaladas
Usar las partes tiernas de las plantas. Lavarlas y escurrirlas. Si se trata de hojas algo grandes recomendamos cortarlas en tiras muy finas ya que así se hacen más fáciles de masticar (ej. diente de león, siete venas, etc.). El berro o la lechuga del minero, cuando empiezan a crecer, no hace falta cortarlos pero al hacerse muy largos es mejor trozarlos en 2-4 partes, pues se hacen difíciles de manejar.

Aderezos
La receta más sencilla es agregarle sal, aceite y vinagre o limón. En lugar de aceite puede usarse crema, yogurt o mayonesa. Se le puede agregar mostaza, crostones de pan o galletitas saladas desmenuzadas, ajo picado, apio cimarrón, centella, cebolla, cebollín, tomate, manzana, huevo duro, salsa de soja, perejil, mostacilla, apio, nueces, pimienta, azúcar y docenas de otros agregados. Si no tiene vinagre o limón, el sabor agrio se lo puede dar el vinagrillo o la acederilla (ver) machacados o finamente picados.

Sopas (se pueden hacer con acederilla, capiquí, cerraja, lengua de vaca, milenrama, ortiga y otras especies)
Después de lavar las hojas y partes tiernas (desprovistas de partes duras o manchadas), póngalas a cocinar en una cacerola con 1-2 tazas de agua, tapada, unos 5-10 minutos. Al final de la cocción las hojas quedan blandas y aplastadas contra el fondo. Si las cocinó con demasiada agua, cuele las hojas. Sin embargo, si desea darle más gusto y valor alimenticio a la sopa conserve el agua. Ponga 1-2 cucharadas de manteca („mantequilla‰ en algunos países) o aceite o grasa para freír („manteca‰ en algunos países) o panceta (tocino) y fría una cebolla (o cebollín, o puerro) picada hasta que se ablande, espolvoree una cucharada de harina y mézclela bien con la cebolla. Si desea, puede agregarle 1-2 hojas de apio picadas o cualquier verdura condimento. Agregue ésto a las hojas silvestres cocidas. Licúe en la licuadora o pique a mano. Añada caldo o agua, páselo por un colador para quitarle las fibritas y ponga a hervir 10 minutos. Agregue sal y pimienta a gusto. Si gusta, antes de servir agregue un chorrito de crema o leche.

Verduras cocidas
Una vez lavadas y escurridas las hojas, brotes o partes tiernas (quitarles las partes manchadas o duras), ponerlas en una cacerola, agregar 1-2 tazas de agua, un poco de sal, tapar y cocinar durante 5-10 minutos. Escurrir el agua sobrante. Picar las verduras después de hervidas.
Opciones. Se las puede aderezar con aceite o mayonesa. También con ajo o cebolla picados y fritos, pimienta, ají molido o alguna otra especia. Pueden comerse directamente o servir de acompañamiento a cualquier otro plato que se prepare como carne, papas, o fideos. También pueden agregarse a los guisos y estofados.

Croquetas (de capiquí, diente de león, lengua de vaca y otras especies)
Proceda igual que en la receta para hacer verduras cocidas. Píquelas y agregue pan remojado en leche, 1-2 huevos para que liguen bien. Sal y pimienta. Mezcle la preparación. Con una cuchara vaya volcando la mezcla en aceite caliente en una sartén o cacerola. Fría de los dos lados.
Opciones: Antes de freírlas puede pasar las croquetas por pan rallado o harina. También puede insertarle en el interior un trozo de queso a cada una.

Salsa blanca
Ponga a calentar 2 cucharadas (25 gr) de manteca en una cacerola. Agregue dos cucharadas al ras de harina (espolvoreándola) y luego 1/4 taza de leche caliente. Revuelva bien hasta que no queden grumos. Agregue más leche si gusta una salsa más liviana, sal, pimienta y nuez moscada. Por último, eche las hojas o verduras cocidas y picadas dentro de la salsa. También puede verter la salsa blanca sobre las verduras sin mezclar. Se puede aderezar con trocitos de queso, queso rallado o especias. Sirva caliente.

Vino de diente de león (vino del estío)
En un día seco y soleado, colecte unos 3 litros de flores bien abiertas, sin pedúnculos. Póngalas en un recipiente grande y agregue 1 ½ litros de agua hirviendo. Cubra con un repasador limpio y deje en remojo dos días, mezclando 1-2 veces al día. Al tercer día, escurra el agua del remojo y póngala en un recipiente. Agregue cáscaras de dos naranjas y de un limón finamente cortadas, sin hollejos, 1 ½ kg de azúcar. Ponga a hervir a fuego lento durante media hora. Revuelva para que se disuelva el azúcar. Puede agregar 1-2 clavos de olor, a gusto. En otro recipiente ponga 1 ½ tazas de pasas de uva picadas, el jugo de las naranjas y el limón. Agregue todo el líquido del hervor más otros 2 ½ litros de agua fría. Cubra el recipiente con un repasador limpio y deje que el líquido se enfríe. Agregue 2 cucharadas de té frío y una cucharada de levadura, preferentemente fresca. Cubra de nuevo con el repasador. A los tres días, pase el líquido a botellas pero sin llenarlas hasta el tope. Cierre las botellas con tapones de trapos apretados o algodón para que fermenten. Coloque las botellas en la oscuridad. El vino se puede beber a las 3-4 semanas.

“Pickles” o brotes a la vinagreta
Tomar un manojo de brotes tiernos, pelados y sin hojas. Cortarlos y ponerlos en un recipiente con agua fría y bastante sal. Déjelos en remojo toda la noche. Al día siguiente escurra y lave los brotes con agua fría. Aparte, prepare medio litro de vinagre de manzana o vino, o una mezcla de ambos, 1 cucharadita de pimienta, otra de azúcar y un poco de nuez moscada.
También puede agregar algunos pedacitos de cáscara de limón. Ponga a hervir los brotes durante 10-15 minutos. Si desea conservarlos, vierta los pickles en frascos y cúbralos con el líquido de cocción. En una cacerola grande ponga un papel de diario en el fondo, coloque los frascos con sus tapas semienroscadas, agregue agua fría o tibia hasta un dedo por debajo de las tapas y hiérvalos lentamente por hasta 1 hora. Cierre bien las tapas de los frascos y déjelos enfriar. Si saca los frascos calientes, póngalos sobre una madera, repasador o papel de diario para que no se quiebren al enfriarse.

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