Prácticamente todas las recetas que se emplean para la acelga o la espinaca sirven para las verduras de hoja que aquí se describen.
Ensaladas
Usar las
partes tiernas de las plantas. Lavarlas y escurrirlas. Si se trata de hojas
algo grandes recomendamos cortarlas en tiras muy finas ya que así se hacen más
fáciles de masticar (ej. diente de león, siete venas, etc.). El berro o la
lechuga del minero, cuando empiezan a crecer, no hace falta cortarlos pero al hacerse
muy largos es mejor trozarlos en 2-4 partes, pues se hacen difíciles de
manejar.
Aderezos
La receta
más sencilla es agregarle sal, aceite y vinagre o limón. En lugar de aceite
puede usarse crema, yogurt o mayonesa. Se le puede agregar mostaza, crostones
de pan o galletitas saladas desmenuzadas, ajo picado, apio cimarrón, centella,
cebolla, cebollín, tomate, manzana, huevo duro, salsa de soja, perejil, mostacilla,
apio, nueces, pimienta, azúcar y docenas de otros agregados. Si no tiene
vinagre o limón, el sabor agrio se lo puede dar el vinagrillo o la acederilla (ver) machacados o finamente picados.
Sopas (se pueden
hacer con acederilla, capiquí, cerraja, lengua de vaca, milenrama, ortiga y otras especies)
Después de
lavar las hojas y partes tiernas (desprovistas de partes duras o manchadas), póngalas a cocinar en una cacerola con
1-2 tazas de agua, tapada, unos 5-10 minutos. Al final de la cocción las hojas
quedan blandas y aplastadas contra el fondo. Si las cocinó con demasiada agua,
cuele las hojas. Sin embargo, si desea darle más gusto y valor alimenticio a la
sopa conserve el agua. Ponga 1-2 cucharadas de manteca („mantequilla‰ en algunos
países) o aceite o grasa para freír („manteca‰ en algunos
países) o panceta (tocino) y fría una cebolla (o cebollín, o puerro) picada
hasta que se ablande, espolvoree una cucharada de harina y mézclela bien con la
cebolla. Si desea, puede agregarle 1-2 hojas de apio picadas o cualquier
verdura condimento. Agregue ésto a las hojas silvestres cocidas. Licúe en la
licuadora o pique a mano. Añada caldo o agua, páselo por un colador para
quitarle las fibritas y ponga a hervir 10 minutos. Agregue sal y pimienta a
gusto. Si gusta, antes de servir agregue un chorrito de crema o leche.
Verduras
cocidas
Una vez
lavadas y escurridas las hojas, brotes o partes tiernas (quitarles las partes
manchadas o duras), ponerlas en una cacerola, agregar 1-2 tazas de agua, un
poco de sal, tapar y cocinar durante 5-10 minutos. Escurrir el agua sobrante.
Picar las verduras después de hervidas.
Opciones. Se las
puede aderezar con aceite o mayonesa. También con ajo o cebolla picados y
fritos, pimienta, ají molido o alguna otra especia. Pueden comerse directamente
o servir de acompañamiento a cualquier otro plato que se prepare como carne, papas,
o fideos. También pueden agregarse a los guisos y estofados.
Croquetas
(de capiquí, diente de león, lengua de vaca y otras
especies)
Proceda
igual que en la receta para hacer verduras cocidas. Píquelas y agregue pan
remojado en leche, 1-2 huevos para que liguen bien. Sal y pimienta. Mezcle la
preparación. Con una cuchara vaya volcando la mezcla en aceite caliente en una
sartén o cacerola. Fría de los dos lados.
Opciones:
Antes de freírlas puede pasar las croquetas por pan rallado o
harina. También puede insertarle en el interior un trozo de queso a cada una.
Salsa
blanca
Ponga a
calentar 2 cucharadas (25 gr) de manteca en una cacerola. Agregue dos
cucharadas al ras de harina (espolvoreándola) y luego 1/4 taza de leche caliente.
Revuelva bien hasta que no queden grumos. Agregue más leche si gusta una salsa
más liviana, sal, pimienta y nuez moscada. Por último, eche las hojas o
verduras cocidas y picadas dentro de la salsa. También puede verter la salsa
blanca sobre las verduras sin mezclar. Se puede aderezar con trocitos de queso,
queso rallado o especias. Sirva caliente.
Vino de
diente de león (vino del estío)
En un día
seco y soleado, colecte unos 3
litros de flores bien abiertas, sin pedúnculos. Póngalas
en un recipiente grande y agregue 1 ½ litros de agua hirviendo. Cubra con un
repasador limpio y deje en remojo dos días, mezclando 1-2 veces al día. Al tercer
día, escurra el agua del remojo y póngala en un recipiente. Agregue cáscaras de
dos naranjas y de un limón finamente cortadas, sin hollejos, 1 ½ kg de azúcar.
Ponga a hervir a fuego lento durante media hora. Revuelva para que se disuelva
el azúcar. Puede agregar 1-2 clavos de olor, a gusto. En otro recipiente ponga
1 ½ tazas de pasas de uva picadas, el jugo de las naranjas y el limón. Agregue todo
el líquido del hervor más otros 2 ½ litros de agua fría. Cubra el recipiente
con un repasador limpio y deje que el líquido se enfríe. Agregue 2 cucharadas
de té frío y una cucharada de levadura, preferentemente fresca. Cubra de nuevo
con el repasador. A los tres días, pase el líquido a botellas pero sin llenarlas
hasta el tope. Cierre las botellas con tapones de trapos apretados o algodón
para que fermenten. Coloque las botellas en la oscuridad. El vino se puede
beber a las 3-4 semanas.
“Pickles”
o brotes a la vinagreta
Tomar un
manojo de brotes tiernos, pelados y sin hojas. Cortarlos y ponerlos en un
recipiente con agua fría y bastante sal. Déjelos en remojo toda la noche. Al
día siguiente escurra y lave los brotes con agua fría. Aparte, prepare medio
litro de vinagre de manzana o vino, o una mezcla de ambos, 1 cucharadita de
pimienta, otra de azúcar y un poco de nuez moscada.
También
puede agregar algunos pedacitos de cáscara de limón. Ponga a hervir los brotes
durante 10-15 minutos. Si desea conservarlos, vierta los pickles en frascos y
cúbralos con el líquido de cocción. En una cacerola grande ponga un papel de
diario en el fondo, coloque los frascos con sus tapas semienroscadas, agregue agua
fría o tibia hasta un dedo por debajo de las tapas y hiérvalos lentamente por
hasta 1 hora. Cierre bien las tapas de los frascos y déjelos enfriar. Si saca los
frascos calientes, póngalos sobre una madera, repasador o papel de diario para
que no se quiebren al enfriarse.
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